Primero
fue el 3 de agosto de 2012 en Mérida; luego, el 16 de noviembre en San
Cristóbal. Ambas fechas se unen en mi memoria por el mismo evento: el concierto
de Zapato 3 correspondiente a su gira
La Última Cruzada (2012). Aunque
habría que extender los puntos que se tienden en común en esas dos noches de
concierto: la asistencia masiva al evento, la conexión entre público y músicos,
el clima de celebración creado tanto por los ejecutantes como por los espectadores, el sentimiento festivo que
hubo antes, durante y posterior al evento, la mezcla de público pertenecientes
a diferentes generaciones, entre otros tantos hilos que no sólo unían estas dos
fechas y dos ciudades andinas en mi memoria sino que se enlazaban con las demás
geografías por donde pasó la gira y que, también, gracias a la música de esta
legendaria banda venezolana y su amplia receptividad, generó un ambiente de
alegría y reencuentro.
En
el espectáculo de Zapato 3 aparte de la algarabía, energía y el entusiasmo que
generó entre sus seguidores también pudo verse como el legado luego de cinco
discos y veinte años de carrera, un camino que bien supo reconstruir el autor Eugenio Miranda con su libro: Zapato 3. Una fantástica historia de amor,
aventura y rock and roll (2012). Un texto que aparte de hacer la semblanza
de la banda es también la biografía de una pasión, la de hacer música y con
ello afrontar todas las adversidades que esperan a los que transitan este
camino.
En
su libro, Miranda reduce considerablemente la distancia entre los protagonistas
de la banda y los seguidores de la misma al recuperar una historia utilizando
el recurso de la entrevista no sólo a los integrantes de la banda sino a los
músicos que pasaron por ahí y personas que tuvieron un vínculo importante en el
camino que transitó Zapato 3, para ir tejiendo desde diferentes perspectivas
una narración que se va desenvolviendo cronológicamente. Cada capítulo tiene
una alta factura humana no sólo por informarnos detalladamente los diferentes
sucesos importantes del grupo sino por la extraña sensación de escucharlos de
su propia voz, un efecto, sin duda, por la naturaleza de la misma entrevista
que respeta la naturalidad del lenguaje oral y que es más familiar al oído.
Pero
la dimensión que alcanza este libro no sólo es la de revivir un manojo de
anécdotas que unidas van moldeando la historia de una banda de rock venezolana
sino que nos hace ver el contexto que enmarcó el camino del grupo: ciudades,
bares, casas disqueras, apoyo empresarial, festivales, medios de comunicación, cultura
musical y un largo etc. Fácilmente podemos vislumbrar el lado oculto del mundo de
la música y en concreto del rock venezolano. Un ámbito que si bien puede
facilitar el camino también, en ocasiones, puede convertirse en un verdadero
obstáculo mayor.
En
este libro se desdibujan voluntariamente las fronteras porque se habla de la
historia de Zapato 3 pero también subyace un puñado de historias paralelas. A
la luz sale lo íntimo y lo público, lo personal y lo grupal, lo artístico y lo
cotidiano. Es por ello que encontramos las más impares anécdotas flotando
alrededor del centro que es la historia de la banda: de cómo surgió el nombre, de
sus influencias musicales en sus primeros pasos, de quienes son los fundadores
del grupo, de su primer cantante Javier Avellaneda y su posterior suicidio, de
cómo Ángel Rada fue productor de su primer disco y que gracias al sello de
Eugenio Miranda llamado Grabaciones Clandestinas su primer trabajo musical vio
luz, de sus pobres ventas en sus inicios, de sus actuaciones en los conciertos
de Soda Stereo y el abismo que se abría en cuanto a apoyo institucional y
financiamiento entre un grupo argentino y el venezolano, de su primer disco de
oro y su correspondiente gira, de la renuncia de uno de sus integrantes y sus
búsquedas espirituales, de los cambios de sonido de la banda: ¿por qué?, ¿qué
los llevaba a las transformaciones de sus sonidos?, la proeza de montar un
concierto en un país como Venezuela donde hay poco apoyo a este género musical,
los show cancelados, el dinero robado, las inversiones perdidas, de cómo se
hicieron nombre en el extranjero y las trabas para una proyección internacional,
de sus ideas políticas, del deseo de vivir de la música, de la banda como
empresa, de los problemas personales, de que siempre hubo dificultades, crisis
y polémicas, pero a un tiempo el anhelo de mantener un proyecto vivo y más
muchísimas más anécdotas que de una u otra forma se enlazan y van construyendo una
narración con múltiples aristas.
Es
un libro que le toca en suerte ser referencia no sólo para aquellos interesados
en la historia de Zapato 3 sino para todo aquel que quiera conocer algunos
pormenores del ambiente rockero venezolano. Importa en medida que responde
preguntas alusivas a las dificultades de desarrollo de este género en un país
como Venezuela y que se ilustra con la historia de una de las bandas con más
personalidad que ha tenido el país que hizo música más allá de la moda del
momento y que también contribuyó a abrir el camino para las nuevas generaciones
musicales. Un libro que atenta contra la
apatía de quienes por desconocimiento y falta de compromiso creyeron que iba
ser una publicación sin receptividad ni consecuencias, ocurriendo lo contrario.
Es historia, parte de nuestra memoria como colectivo o generación que Miranda
valora y rescata en estos tiempos acelerados quizás entendiendo que si se
pierde el pasado también se esté perdiendo el futuro.
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