jueves, 27 de febrero de 2014

La O azul




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señor Raimundo cúreme
esta cárcel       de ojos abiertos     Grandes
la única de mi familia que presta atención
y proactiva está,
cúrela con filos de canto con vida real
cayendo sobre su ojo de frías barras
hasta que muera todos los días
sabemos que andamos mal         retardados
que nos da mucho sueño Esa Felicidad
atrofia, envejece, nos embarra;

ayúdenos a gritar en el hueco del cielo
en  lugar de hacer promesas
ayúdenos a embriagarnos con Dios un lunes a las 2:00 p.m
antes que conmigo caprichoso, con nuestra nación sola de adentro;

señor Raimundo oiga estos ojos que le entrego
quíteles las costras
que les dan sueño, desgano       que vienen dormiditos
en su cama azul, arropados
hable con el superior
quítenos el cuchillo con el que matamos
el amor
con el que hemos matado a todos;

señor Raimundo, usted que lo sabe
que nos ha visto volar sobra la mierda vasta
con ganas de toda comerla
 escúchenos
su raza, su misma sangre volátil
espérenos nomás en la casa inmaculada
Arriba

ayúdenos a eso

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