“Sólo
temo en la tarde -en mi tarde- de oro
por
el sol que agoniza; y por algo, que no es sol,
que
también agoniza en mi conciencia,
desamparada
a veces
¡y a
veces confundida de sorpresas!
Sólo
temo haber visto algo:
¡lo
mismo!
el
campo, el césped;
la
misma rosa sensual que recuerda unos labios
y el
mismo lirio exangüe
que
vigila la muerte”.
Fernando
Paz Castillo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario