martes, 8 de mayo de 2018

El Regimiento de los sentidos por Constantino Cavafis





No hables de culpa, no hables de responsabilidad. Cuando el regimiento de los sentidos desfiles, con música, y con pancartas; cuando los sentidos tiemblan y tiemblan, es sólo un tonto y una persona irreverente que mantendrá su distancia, que no va a abrazar la buena causa, marchando hacia el Conquista de placeres y pasiones.
Todas las leyes de moralidad-mal entendido y aplicadas-son nulas y no pueden permanecer ni siquiera por un momento, cuando el regimiento de los sentidos pasa por aquí, con música, y con pancartas.
No permita ninguna virtud oscura para celebrar. No creo que ninguna obligación te obligue. Tu deber es dar, para siempre dar a los deseos, estas criaturas más perfectas de los dioses perfectos. Su deber es alistarse como un fiel lacayo, con sencillez de corazón, cuando el regimiento de los sentidos desfiles por, con música, y con pancartas.
No te limitar en casa, engañosa con las teorías de la justicia, con las ideas preconcebidas de la recompensa, mantenidas por una sociedad imperfecta. No digas, tal es mi trabajo de trabajo y tal es mi debido a saborear. Así como la vida es una herencia, y no hiciste nada para ganar como recompensa, así que debería ser el placer sensual. No te cierres en casa; pero mantén las ventanas abiertas, abiertas, para escuchar el primer sonido del paso de los soldados, cuando el regimiento de los sentidos llega, con música, y con pancartas.
No sean engañados por los blasfemos que les dicen que el servicio es peligroso y laborioso. El servicio del placer sensual es una alegría constante. Te agota, pero te agota con embriaguez sublime. Y finalmente, cuando te colapso en la calle, incluso entonces tu fortuna es envidiable. Cuando tu funeral pase, las formas a las que tus deseos dieron forma se lilas y rosas blancas sobre tu ataúd, los jóvenes dioses olímpicos te se sobre sus hombros, y te se en el cementerio del ideal, donde los mausoleos El brillo de la poesía es visiblemente blanco.
Traducido por Manuel Savidis

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