viernes, 6 de julio de 2018

Claudia Amengual: La vida como relato


Claudia Amengual


En primera instancia, uno podría destacar dos historias centrales en el libro “El lugar inalcanzable” de Claudia Amengual; pero, en rigor, el número de historias que se ramifican a partir de estas dos fuentes capitales precisan un dígito mayor. No importa la cifra exacta, interesa en todo caso, las múltiples capas de escritura que se van permeando entre sí y construyendo una estructura más compleja que la simple arquitectura de dos narraciones paralelas que intercambian momentos. Sí, en “El lugar inalcanzable” encontraremos la historia de un crimen y de cómo se ejecutó dicho homicidio, pero, a la par, leeremos parte de la biografía de Jacinto Jarnau (uno de sus personajes principales), el relato de una familia montevideana que dejo huella en la historia uruguaya especialmente con la figura de Susana Soca, y su vinculación con uno de los momentos más oscuros que experimentaron Europa a mitad del siglo XX con la llegada del nazismo al poder y, concretamente, con su invasión a París. Esto, por nombrar apenas un puñado de historias que se desencadenaron a partir de una anécdota central que mantiene en vilo a sus personajes, pero que en conjunto conservan una armonía, como diferentes piezas de un gran artefacto de ficción.
Esta es una novela inquieta, en el sentido de que a medida que avanzamos en la lectura los múltiples lazos que van armando la trama se desplazan, cambian de coordenadas, dibujando con este vaivén un panorama más claro de la situación como si el movimiento entre causa y efecto de sucesos que conforman una vida se revelara en todo su esplendor. Lo curioso es que todo este despliegue de escritura se genera en un contexto antagónico, un caluroso primer día de enero del 1992 en Villa Carlos Paz, al oeste de Córdoba, Argentina. Allí, en una hostería, los huéspedes que despedían un año con jolgorio ahora están atrapados en ese lugar de paso por la muerte repentina de uno de sus visitantes, y hasta que no se resuelva ese misterio la larga jornada se convertirá en ejercicio de reconstrucción psicológica de sus posaderos y dará pie a que Jacinto Jarnau de 77 años vuelque su historia de vida a otro de sus huéspedes Marcos Fratini, joven ingeniero y escucha excepcional. Así, la muerte de un camionero anónimo detona una máquina de generar historias que confluyen en ese presente, en ese primer día del año.  La espera colectiva se convierte en una emocionante crónica de vida de Jacinto Jarnau con sus traumas y sus aprendizajes, sus alegrías y penas, su vida configurada por el contexto y sus reflexiones en distintos ámbitos, incluido el universo de la ficción. Incluso se abren preguntas de índole moral relacionadas con el deseo de muerte, y aún más, con la concreción de ese anhelo. En la novela se celebra y se reconoce variados estados de ánimos, múltiples ideas y distintos acontecimientos sólo en medida que existen en el tiempo. Propone historias mínimas que en conjunto van dando forma a un relato mayor, no con afán totalizador sino de vinculación continua entre lo macro y lo micro. Amengual tiene una relación con la historia más humana antes que informativa o estadística. Por ello, su escritura mantiene un considerable peso emocional, no sólo por la maravilla que desata cualquier vida vista de cerca sino por los distintos homenajes a situaciones y personajes precedentes.  En este sentido, habría que destacar el cumplido, aunque parcial, que le hace a la poeta y mecenas Susana Soca y su importantísimo aporte a la cultura uruguaya, un puente cultural entre Montevideo y París y, aún más, entre talentosos artistas y escritores locales y algunos del viejo continente. Esta es una novela de lazos en distintos grados, de comunión de tiempos dispares, de conjunción de sentimientos encontrados, de preguntas que apuntan a la parte oscura de la naturaleza humana, encontrando en esa confrontación una perspectiva única y conmovedora de un hecho histórico que creíamos conocido. Porque de eso se trata, de asombrarnos con lo ilusoriamente evidente y de no olvidar las causas que nos trajeron hasta el aquí y el ahora y el relato que describe todo ese viaje.


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